Insisto en remarcar lo de juego, que creo ha sido la constante más notable que me ha incitado, por encima de todo, hasta mi última película, y no me inquieta confesar que como tal actividad lúdica, lo he realizado sin concesiones, en mi cine, resultando de ello la verdadera y más intensa compensación
– Basilio Martín Patino
Autor de una obra cinematográfica imprescindible, documentalista único, guionista y director inclasificable, Basilio Martín Patino ocupa un lugar importante en la Filmoteca de Castilla y León, su espíritu crítico, su pasión por la imagen, su carácter lúdico y su compromiso con la memoria‒personal y colectiva‒forman parte también del carácter de este centro que conservauna parte importante de su patrimonio fílmico y que alberga su colección de aparatos pre-cinematográficos, esos “Artilugios para fascinar” que son toda una metáfora, todo un símbolo de su pasión por el juego, de esa fascinación de la mirada en la que basó siempre su vida y su cine.
La memoria de los sentimientos. Basilio Martín Patino y su obra audiovisual
“Basilio Martín Patino es un autor que me parecía cada vez más joven, más innovador, en sus actitudes frente al medio que utilizaba en cada caso, pero también frente a una industria por la que no se dejaba engullir y frente a una sociedad que, a poco que nos descuidáramos, podía acabar engulléndonos a todos.
A la vez, me resultaba cada vez más cercano en su búsqueda de nuestra Historia común, y no como un notario que pretendiera revestir sus actuaciones con el manto sagrado de la supuesta veracidad de los hechos, sino acercándose discretamente a ellos para dejar constancia de los sentimientos, individuales y colectivos, que producen en quienes los padecemos.”
Prólogo a La memoria de los sentimientos
“Si hay una obra de nuestro cine, de nuestra televisión, con una clara voluntad de innovación, de riesgo, esa obra es la Basilio Martín Patino. Una obra apasionante y apasionada, coherente hasta en sus irregularidades. Que indaga y reflexiona sobre la esencia misma de las imágenes que sustentan el lenguaje audiovisual, sobre su falsedad o autenticidad. Que construye con imágenes y sonidos ‒como al propio Patino le gusta decir‒ un discurso narrativo y sin concesiones, a tumba abierta: una mirada lúcida, incómoda y transgresora que reinterpreta esa otra realidad ‒¿o falsedad?‒ cultural, social y política en que nos movemos.
Una obra alejada por decisión propia de modas y vanguardias y que, sin embargo, es precursora en la utilización de avances tecnológicos y videográficos tan en boga como el llamado “falso documental”.”
Salamanca de cine
“El factor más notable de la obra del realizador salmantino ha sido la permanente innovación, que lo ha llevado primero a experimentar con el celuloide ante la moviola durante el proceso de montaje y, después, a superar los bordes estrictos de ese soporte para avanzar por los senderos más amplios del ámbito audiovisual. Aunque este recorrido le haya requerido desgajarse propiamente de la industria del cine, sin embargo, le ha aportado un fondo de libertad creativa perfectamente identificable en su obra.”